miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un largo viaje...


Hace solo dos dias, viajo a otro pais alguien muy especial... mi hija.. y esto me hizo recordar un largo viaje.......
Hace 18 años...cuando tenia apenas 21, era madre soltera de una pequeña de 2 años, vivia una situacion dificil ya que no tenia ninguna profesion y la falta de empleo, de apoyo y de dinero hacia mi vida mas complicada.....entonces me hablaron de un viaje a otro continente, a otro pais en donde nisiquiera entenderia el idioma, en donde encontraria diferentes climas, costumbres, comidas.... un viaje a Roma, una ciudad que jamas hubiera pensado visitar, un pais desarrollado, con una economia fuerte, con mucho trabajo para extranjeros. Un viaje en el cual yo sabria cuando partiria pero no cuando regresaria........
Aun asi decidi hacerlo con la esperanza de mejorar y lograr un mejor futuro en la vida..... asi que me las arregle para llegar alli haciendo prestamos y encomendandome a Dios.

Viaje en Marzo de 1992, fue muy triste dejar mis familiares, mi niña...el aeropuerto quedo inundado de lagrimas...tenia miedo, mucho miedo, desee en algun momento no viajar, pero no podia perder esa oportunidad, no podia...
Desde el inicio del viaje nada fue facil, al llegar al aeropuerto de Roma Fiumicino, la emigracion no fue muy amable conmigo y entendi en ese momento que no eramos muy bienvenidos los colombianos a ese pais; me hicieron miles de preguntas, me acosaron diciendome que yo llevaba droga pero despues de 6 horas, al ver que yo estaba tranquila y sobretodo limpia me dejaron entrar. Sello de turista que se quedo casi 10 años !!

Era ya medianoche, las personas que me esperaban en el aeropuerto ya no estaban, yo llevaba una reservacion de hotel que no pensaba usar, pero al verme sola no tuve otra opcion que tomar un taxi y llegar al hotel. Recuerdo que el taxista me dio la bienvenida cobrandome 100 dolares hasta el hotel.

Dormi esa noche, estaba tan cansada que cuando desperte pense que era un sueño, me vesti, hacia frio pues apenas habia empezado la pimavera. La gente vestia con chaquetas largas, sombreros, era todo muy extraño...

Yo llevaba los telefonos de mis contactos en clave para poder llamarlos y asi lo hize. Eran colombianos, me recogieron en el hotel en donde me cobraron 150 dolares por la noche y de alli me llevaron a un hospedaje de monjas, que cobraban muy barato con las tres comidas diarias ; alli estuve por 8 dias.
Fueron dias tristes en ese lugar........... eran monjas amargadas, duras, no regalaban una sonrisa, parecian generales y nosotras soldados pues era solo un hospedaje para mujeres, habian jovenes de chile, argentina, ecuador, peru, africanas, de todos los lugares del mundo.
Las pepinas (asi les decia a las monjas y y no recuerdo porque) nos llamaban con campana para comer y nos organizaban para lavar los platos y hacer aseo; alli aprendi a tender mi cama bien estirada como hacen los soldados, porque las pepinas se enojaban si no la dejaba como a ellas les gustaba, apagaban la luz a una hora precisa, no habia television, mucho menos internet (en esa epoca), me sentia muy sola y contaba las horas para que mis amigos colombianos vinieran a visitarme


Las chicas de alli me ayudaron a encontrar un trabajo por medio del periodico y a los ocho dias empeze a trabajar aunque no conocia el idioma, era en una casa de familia ayudando en las tareas de la casa. Alli consegui un cuaderno y me puse en la tarea de preguntar como se llamaba cada cosa para aprender el idioma,dure solo un mes pues la señora dueña de casa se impazientaba porque yo no hablaba...

Con el dinero que gane y ahorre llegue a un garaje con un baño, una cocina, un patio y 12 camas en donde vivian otros 12 colombianos, no era facil la convivencia, pero todos nos ayudabamos, comprabamos mercado para todos y haciamos una comida comunitaria al dia . No habia calefaccion, asi que el frio era terrible.

Alli me enseñaron mas sobre el idioma, me enseñaron a recoger las cosas buenas de la basura como lavadoras, televisores, radios, etc que los italianos acostumbran a botar aun si funcionan; me enseñaron en donde podia hacer llamadas telefonicas internacionales economicas, que era un negocio redondo que tenian los filipinos en un parque que se llamaba PIAZZA MANCINI y tambien me llevaron a una iglesia en donde un cura integrante de CARITAS (organizacion que ayuda a los emigrantes) regalaba con condiciones comida, vestidos, zapatos, cobijas y lo mas importante daba trabajos.

La condicion para poder beneficiarse era la asistencia obligatoria a misa los domingos, en donde un ayudante del cura nos daba puntos de la siguiente manera: si llegaba antes de iniciar la misa eran 3 puntos, a mitad de misa 2 y al finalizar 1 punto. El que acumulara mas puntos tendria la posibilidad de obtener un trabajo mejor.

Los jueves era el dia de los trabajos, nos reuniamos colombianos, peruanos, filipinos, indianos, marroquinos, ecuatorianos, polacos todos con sus puntos acumulados con la esperanza de encontrar un trabajo. El cura al cual los colombianos lo llamabamos Gargamel (le deciamos asi porque verlo con esa tunica negra y esa nariz gigante se parecia al personaje malo de los pitufos) era el encargado de preguntar - quien tiene 20 puntos? - quien tiene 30? y asi sucesivamente los que tuvieran ese puntaje llegaban corriendo donde el cura, daban los puntos y obtenian la direccion para la cita de trabajo; mas de una vez sali llorando de alli porque me ganaban el trabajo.

Algunos encontraban trabajos buenos es decir bien remunerados, otros no corrian la misma suerte, pero poco a poco se adquiria mas experiencia, se aprendia a expresarse mejor y se iban abriendo mas puertas. Conoci muchas personas colombianas que no aguantaron los cambios que se encuentran al llegar alli pues no solo es el clima, la comida, el idioma, sino tambien la convivencia, la soledad, la descriminacion solo por ser extranjero,, el trabajo duro y la falta de la familia. Y llegaron y seguiran llegando colombianos a Roma y a otras partes del mundo.
Con el tiempo y con esfuerzo y sacrificio pague la deuda del pasaje y empeze a enviar dinero a Colombia, me fue muy bien y a mi hija nunca le falto nada material, solo el calor de su mama....

En Junio de 1992 conoci a el hombre con quien todavia comparto mi vida, colombiano tambien, los dos trabajamos ; regrese por mi hija en 1994 y despues de casi 10 años regresamos definitivamente a Colombia en donde actualmente vivimos. Los problemas no dejan de llegar pero quien no tiene problemas? Aprendimos apreciar lo que tenemos y esperamos solo regresar a Roma si Dios lo permite algun dia, solo de vacaciones. Esta es solo parte de mi historia, solo queria recordar el inicio de un largo viaje que aun no ha terminado que es el viaje de la vida. Todos somos como libros abiertos con miles de historias que aunque parezcan fantasticas han ocurrido.